Mejorar la calidad de vida de pacientes con artrosis con un abordaje terapéutico innovador, natural y eficaz

La gran mayoría de los pacientes con artrosis no están satisfechos con su tratamiento actual, y demanda tratamientos no farmacológicos para su enfermedad

 

La cúrcuma bio-optimizada es una opción terapéutica natural e innovadora, que ha demostrado clínicamente una eficacia muy elevada, para el manejo del dolor y la inflamación articular en tratamientos orales, y el ácido hialurónico se convierte en la alternativa ideal con evidencia clínica, en el caso de tratamientos intraarticulares, según se ha puesto de manifiesto en el webinar “Mejorar la calidad de vida de pacientes con artrosis, con un abordaje terapéutico innovador, natural y eficaz”

 

Alrededor de 300 millones de personas padecen artrosis en el mundo. En España, son siete los millones de afectados, con el consiguiente impacto en el sistema sanitario. Se estima que el 20 por ciento de las consultas médicas que se producen en nuestro país tienen que ver con esta enfermedad, con un coste medio de 4.738 millones de euros anuales. El perfil de paciente más común con artrosis es el de una mujer de entre 60 y 79 años.

“La artrosis tiene un impacto severo en la vida de los pacientes debido a las limitaciones, síntomas y comorbilidades asociados”. Así lo destacaba Josep Vergés, presidente de la Osteoarthritis Foundation International (OAFI) y farmacólogo clínico con más de 25 años de experiencia en el manejo de esta patología, el pasado 16 de septiembre, en el webinar “Mejorar la calidad de vida de pacientes con artrosis con un abordaje terapéutico innovador, natural y eficaz”. El evento estaba organizado por el laboratorio especializado en salud femenina Procare Health, en la plataforma médica de formación continuada, Ginecare.

El dolor y la rigidez articular son los principales síntomas que describen los pacientes con artrosis (84,2% y 48,9%, respectivamente) y que dificultan su calidad de vida, aunque el 21% también refiere problemas para dormir. Estos datos, aportados por el doctor Vergés, se basan en la Encuesta Global de Percepción del Paciente con Artrosis (GOAPPS) de la OAFI. El sondeo fue realizado a 1.512 pacientes de seis países (Colombia, España, Italia, México, Estados Unidos y Venezuela), y cuantifica y cualifica la percepción de su calidad de vida. En este sentido, se puso de manifiesto la importancia de las estrategias de promoción de la salud y autocuidado que abordan el peso no saludable y los bajos niveles de actividad física para mejorar las condiciones de salud.

Además de las molestias físicas, la Encuesta GOAPPS visibiliza también los aspectos emocionales de las personas con artrosis. “El paciente se siente incomprendido, aislado, ansioso, dependiente, solo y depresivo. Necesita mucho cariño, ser escuchado y comprendido y que le ayuden a tener una mejor calidad de vida”, explicó el doctor Vergés.

Según la encuesta GOAPPS, a la gran mayoría de los pacientes con artrosis les gustaría obtener acceso a tratamientos no farmacológicos/no quirúrgicos. Así, el sondeo recoge que el 78 por ciento de los pacientes que fueron consultados querían tener acceso adicional a tratamientos no farmacológicos.

Abordaje terapéutico de la artrosis

Jordi Monfort, jefe de la Unidad de Artrosis del Servicio de Reumatología del Hospital del Mar de Barcelona, que también participó en el webinar, explicó el manejo terapéutico en la progresión de la enfermedad y abordó las alternativas naturales actuales.

“Los tratamientos de la artrosis tienen un doble propósito. Por un lado, mejorar y evitar el dolor y, por otro, evitar la progresión de la enfermedad”, especificó Jordi Monfort. El doctor recordó a los asistentes la doble estrategia en el abordaje terapéutico de la artrosis: el tratamiento farmacológico y el tratamiento no farmacológico.

La educación, los ejercicios, la prevención de lesiones, la pérdida de peso, los aparatos de órtesis y los complementos alimenticios son estrategias no farmacológicas clave en el tratamiento básico, especialmente en fases iniciales de la enfermedad; junto con los tratamientos tópicos (AINE, capsaicina, parches de lidocaína) y los tratamientos orales (paracetamol, AINE, SYSADOA, opioides y duloxetina). En fases más avanzadas de la patología se usan tratamientos intraarticulares (corticosteroides y ácido hialurónico), siendo la cirugía la última de las opciones, según señaló el doctor Monfort.

Respecto al consumo de AINE, subrayó que su consumo en España está en 37 dosis diarias por cada mil habitantes; que es muy elevada, y que, por tanto, es importante buscar “alternativas terapéuticas sostenibles en términos de salud” que produzcan los mismos beneficios, pero con menos efectos adversos, especialmente en el caso de pacientes de edad avanzada, crónicos y polimedicados. “Existen nuevas opciones para reducir la dosis de estos tratamientos, como por ejemplo la cúrcuma, la cual ha presentado efectos beneficiosos en la cascada proinflamatoria”, añadió.

Cúrcuma bio-optimizada, una opción natural

La cúrcuma es una especie extraída de la raíz de la planta Cúrcuma longa, utilizada desde hace siglos en países como India y Japón por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. El problema es que la absorción de la cúrcuma por parte del organismo es escasa, de modo que para conseguir una actividad antiinflamatoria óptima sería necesario añadir cantidades muy elevadas de cúrcuma a la dieta.

El doctor Jordi Monfort expuso, en este sentido, que la solución para aumentar la absorción y la disponibilidad en el organismo es la cúrcuma bio-optimizada, que podemos encontrar en productos como Dolocare Flex, una opción natural para el manejo del dolor articular. Dolocare Flex emplea una microemulsión de curcumina 1.350 veces más asimilable que la presente en la cúrcuma en polvo. Una cápsula equivale a ingerir 950 gramos, casi un kilo de polvo de cúrcuma de la que puede comprarse en el supermercado.

Dolocare Flex está avalado por numerosos estudios clínicos. Así, el doctor Monfort citó un estudio observacional retrospectivo de seis meses de duración realizado en Bélgica cuyos objetivos fueron evaluar el potencial terapéutico de Dolocare Flex en la función articular, determinar el período de tratamiento requerido hasta la aparición del beneficio clínico, identificar efectos adversos y valorar la posible existencia de diferencias de efecto en función de la articulación afectada. El estudio evidenció una rápida y progresiva disminución del dolor y un aumento de la flexibilidad de la articulación que mejoran la calidad de vida del paciente. Asimismo, se observó la disminución significativa de tratamientos concomitantes y se constató un efecto antiálgico similar en todas las articulaciones, todo ello con excelente tolerabilidad.

El doctor Monfort también hizo referencia al estudio multicéntrico prospectivo COPRA, el cual fue presentado en el congreso de la European League Against Rheumatism (EULAR) de 2018. Con un diseño randomizado, doble ciego y controlado con placebo, incluyó 150 pacientes de entre 45 y 80 años con artrosis de rodilla moderada-severa, usuarios regulares de paracetamol y/o AINE para el manejo del dolor. Los pacientes fueron evaluados el primer y el tercer mes de tratamiento con Dolocare Flex. En ambos periodos se observó una reducción significativa del dolor y del impacto de la enfermedad frente al grupo placebo. Dolocare Flex se mostró seguro y bien tolerado sin evidencia de efectos adversos graves.

El ácido hialurónico, ideal para el tratamiento de la artrosis

En los tratamientos intraarticulares, los corticoides se caracterizan por el alivio rápido, pero poco duradero del dolor, son útiles en los brotes inflamatorios y tienen efectos adversos y contraindicaciones. La otra opción es el ácido hialurónico, un macropolisacárido natural sintetizado por las células del cartílago y la membrana sinovial, que restaura las propiedades viscoelásticas del líquido sinovial sano; además es antiinflamatorio y protector de los receptores del dolor. Según el doctor Jordi Monfort, el ácido hialurónico ideal para el tratamiento de la artrosis debe ser de elevada concentración (para aliviar el dolor más rápidamente y durante más tiempo), elevada densidad (para promover la síntesis endógena de ácido hialurónico), no reticulado (para aportar mayor seguridad) y obtenido por bio-fermentación (para aumentar su tolerabilidad).

La evidencia científica del ácido hialurónico puede comprobarse en diversos estudios, entre ellos el recientemente finalizado estudio NO-DOLOR, del cual el doctor Monfort ha sido el coordinador. Se trata de un estudio multicéntrico, observacional, prospectivo no comparativo que evaluó los beneficios clínicos de una única infiltración de ácido hialurónico de alta concentración y viscosidad (Pronolis HD 2.5% Monoshot) en más de 150 pacientes con artrosis primaria de rodilla.

Los pacientes obtuvieron rápidas y significativas reducciones del dolor y de la rigidez articular que fueron progresivas durante los 6 meses del estudio. Se observó un importante aumento de la capacidad funcional y de la calidad de vida. Además, se demostró su seguridad con la ausencia de casos de sinovitis y fibrosis durante el estudio.

Estos resultados se correlacionan con los obtenidos previamente por el propio doctor Monfort en un estudio piloto realizado con 10 pacientes. En conjunto, se permite extrapolar que los pacientes tratados con Pronolis HD 2.5% Monoshot obtienen mejorías de su sintomatología que se prolongan más allá de los 12 meses del inicio del tratamiento tras una única inyección.

Ginecare, Formación Médica Continuada

Este webinar ha sido el quinto que se organiza este año en Ginecare Formación Médica Continuada, una plataforma que alberga formación continuada para médicos, enfermeras, matronas y farmacéuticos. Ha sido presentado y conducido por el doctor Juan Manuel Rios Ruh, traumatólogo y profesor en la plataforma Aware.doctor, quien ha destacado la importancia de los espacios de formación para profesionales de la salud en el contexto de la pandemia provocada por la COVID-19. También ha participado Roser Duran, marketing manager de Procare Health.